viernes, 21 de junio de 2013 0 comentarios

Giro de 180º

Las cosas han cambiado mucho. Es triste como te pasas años y años detrás de su culo y después en un suspiro de aire ya no lo ves por tu pasillo. Es triste saber que te has pasado muchas tardes, durante mucho tiempo, gritando que le echas de menos a modo de suspiros. Sabías que no volvería, pero te empeñabas en seguir suspirando, en seguir... esperando. Sí, esperando, por si acaso volvía. Raro era el día en el que ya sea mañana, tarde o noche, no te pensaba. Raro era el día en el que no lloraba, o aún así te agradecía todo lo que me habías dado. Pero el tiempo pasa, igual que las cicatrices se cierran. Y cuando no le da el sol a la cicatriz, desaparece. Solo hace falta curarlas. Me arrepiento tantísimo de los nudillos agrietados, de mis brazos ensangrentados... Me arrepiento de todas las promesas que te hice. ¿En qué estaría pensando cuando te juré todo aquello? Si, estaba loca... 'Por mí' - Como tú decías. Ahora me río de todo lo que pasó. Me río, y suspiro. He dejado de golpear paredes, he dejado de romper mi piel, he dejado de beber, también de fumar. Aprendí que no volverías aunque lo hiciese. Me maté, lo sé. Lo peor es que lo sabía. Y ahora me arrepiento tanto, te odio tantísimo, o ni siquiera eso. No sé si te odio, pero lo que sí sé es que es tantísima indiferencia. Tu culo ya no mueve mi mundo. Tan solo me utilizaste, me engañaste, me hiciste perder tiempo... Tan solo para no estar solo. Yo estuve siempre junto a ti como una tonta. Me das asco. Aún así no te deseo nada malo. Tampoco desearía que no hubiera ocurrido. Gracias a ti ahora soy más fuerte. He entendido que mi mundo no se basa en un culo movible, ni en un par de risas o de promesas entre dos personas que sueñan. He entendido que para ser feliz no necesito a nadie, que tan solo es la sociedad la que repite eso constantemente. Que los problemas sin solución no son problemas, sino la vida misma, No te miento si te digo que probé demasiadas bocas, excesivas. Y que ninguna se parecía lo más mínimo a ti. Pero tampoco te miento si te digo que ahora me río, que quiero ir despacio y no preocuparme de nada. Dejar que las cosas pasen, y fluyan. Que le jodan al mundo. Hoy quiero hacer todo lo que me prohibieron hacer. No hacer caso a los comentarios de la gente porque, ¿qué saben ellos de como soy yo? Me limitaré a querer a la gente que me quiere, a no olvidar a los que siempre estuvieron. A confiar sin tener miedo a que me fallen. A perdonar y mandar a la mierda a todo aquello que intente destruirme. Que perdona que te diga pero las heridas duelen un tiempo, y aunque parezcan no tener fin, siempre lo tienen. Hoy estoy dispuesta a intentarlo. No me importa que me fallen mil veces porque volveré a confiar mil y una hasta que en el cielo no queden nubes. No me volveré a levantar sin una sonrisa y mucho menos sin un objetivo. No volveré a dejar mis sueños por el camino cuando me digan que no. No desistiré a una sonrisa. Voy a levantarme, voy a lograrlo. Voy a avanzar y voy a vivir. ¿Qué más da lo que piensan los demás? Quien quiera continuar conmigo que se acerque, y quien no que se vaya cuando quiera. Voy a seguir mi camino a mi manera. Ya habrá tiempo de arrepentimientos.
sábado, 15 de junio de 2013 0 comentarios

En las fotos tan iguales pero tan diferentes.

Hoy me he dado cuenta de que las cosas han cambiado muchísimo en tan poco tiempo. Ya no somos aquellos niños cuya preocupación era el examen de música al día siguiente y las dos páginas del workbook que dejarías para la clase de antes. Ahora todo es más difícil, la vida pasa, las relaciones se pierden, otras llegan y finalmente nada es para siempre. Al final te das cuenta de que hay problemas inmensos, así como una enfermedad de la que no puedas salir, unos problemas familiares constantes y diarios, un abuso en el colegio, el autoestima... Las ganas de querer hacer algo y no poder hacerlo. Se cambian las pipas por cigarros y los batidos de chocolate por cervezas. Todo ha cambiado, incluso los amigos. Se van, vienen, se van... y ya no vuelven. Es increíble la cantidad de personas que dejamos ir a lo largo de nuestra vida, ya sea porque nos han hecho daño, porque no queremos perder el orgullo o simplemente porque se tuvieron que ir... Y un día te paras a pensar y te preguntas dónde están esas amigas con las que cuando tenías diez años te prometías estar siempre, con las que te comprabas la super pop a la salida del cole o intercambiabas pegatinas. Miras fotos, una detrás de otra. Las fotos siguen iguales, pero nosotros tan diferentes. La chica lista y responsable ahora saca malas notas y es un caso perdido. El chico gracioso y nervioso ya no tiene padres y ahora es un alma sin sentimientos. El chico que te dijo que estaría contigo en las buenas y en las malas se olvido de decirte que apenas viniera alguien mejor te dejaría. Y entonces empiezas a recordar cada una de las cosas, te das cuenta de que era tan fácil hacer 'amigos' como ayudar en un examen a copiar o simplemente jugando a los tazos. Un partido de fútbol podía romper una relación. Ahora solo se intenta ser el mejor, el que tenga más amigos, el que tenga la fiesta más grande todos los fines de semana, el que tenga a más chicas... Los amigos... Se dicen llamar amigos. Finalmente te das cuenta de que te rodea gente que vive una historia día tras día y que no se la cuenta a nadie, y que te has limitado toda tu vida a juzgar al 'antisocial' porque le da miedo juntarse con la gente cuando en verdad es porque cree que es capaz de hacer daño físico a los demás. Y así con todo. Así con todos. Perdona que diga que quiero seguir siendo lo de ayer...
domingo, 9 de junio de 2013 0 comentarios

Desventurada huída

Te fuiste como se van los días tristes,
dejando algo que olvidar y algo de lo que sentiste.
Te fuiste tan rápido como se acabó
esta botella de ron que ni siquiera acabamos los dos.
Te fuiste y te dejaste aquí tu guitarra
con la que hoy me marco cuatro notas desafinadas.
Pero solo echas de menos el sol cuando ya está lloviendo,
al igual que le echas de menos cuando ya se está yendo.
Solo sabes que has estado bien,
cuando el recuerdo de sus medias rotas te ha dejado con un bajón.
Pero solo esperas a ver si algún día
haces durar alguno de tus sueños.
Pero solo esperas a ver si algún día
decide volver de nuevo.
Pero ya solo la ves cuando cierras los ojos
e inevitablemente te das cuenta de que ya se ha ido.
De que ya la has perdido.

 
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